FH trabaja en base al modelo de transformación comunitaria enfocada en la niñez. Uno desde fuera supondría que todas nuestras acciones están relacionadas con los niños, pero no es así. Trabajamos con las comunidades de manera integral para crear un entorno apropiado para el desarrollo de los niños.

En años pasados visitamos algunas de los hogares en las comunidades donde trabajamos. Fue lamentable oir en los comentarios de papás y algunos niños que algunos no pensaban volver a estudiar o que ya habían pausado sus estudios debido a la falta de recursos económicos para comprar material escolar o uniformes en algunos casos, o debido a la distancia de su comunidad hasta una escuela para el grado que les correspondía.

La educación es un componente muy importante en la sociedad. Por esa razón tenemos un proyecto específico para apoyar a los cuidadores y padres de los más pequeños. Una de las acciones de impacto directo en los niños cada año es la entrega de material escolar. Este año hemos podido donar a cada niño un morral escolar con cuadernos y lápices de colores.

Nos llena el corazón ver las sonrisas de los niños al recibir algo bonito y útil para apoyar su aprendizaje. En total se está apoyando con este beneficio a 18586 niños en edad escolar de los municipios con más vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria de Bolivia.

No proveemos las listas de útiles completas para los niños, por un lado porque los recursos de FH no son suficientes para hacerlo, y por otro porque sabemos que no somos los responsables principals de proveer para esta necesidad.

Ayudamos porque creemos que un poco de ayuda puede ser de aliento para los padres y los niños al ver que no están solos en el esfuerzo.

Dios decidió comunicarse con la humanidad mediante su Palabra Escrita, por tanto sabemos que es muy importante trabajar para que todos seamos capaces de leer y conocer al Verbo de vida.